MANANiAL NiVAL
fuentepalacio
Ésta es la divisa de nuestra perenne solera,
de la que los pradanenses hacemos gala.
Recurrente y pródiga, reparadora y palaciega,
por beodos chispeantes y cantautores visitada.
El cántaro y la garrafa, el botijo y la botella:
contenedores son de porrón y de fina plata.
Aquí, la sal y la cal se dan cita, por verla;
mudando, en coplas de espuma, el agua:
¡ésta siempre pura, siempre buena y fresca,
y siempre brava y caliza de lluvia montana!
Con mirarla, sacia su cristal al bracero de la gleba,
a yuntas y ganados… y a pagos sedientos y obradas.
¡Todavía el emigrante su sabor recuerda:
“desovar” –río arriba- como del salmón la retornada.
Amasado el adobe, y forjada la arcilla de humedad,
de oro trigueño se pintan estepas y aradas.
Y, si su brillo espejo, gracia y candor refleja,
los moteja de “sosos” con denostada fama.
¡Ésta es agua caliza y dura de leyenda,
con “deje” a agricultura e historia…, y sana!
¡Ella… la forjadora de mieses y cosechas,
al canto de juglares y tañido de campanas!
Aquí bebieron clérigos y militares al son de vihuelas;
y bates, como Berceo y Santillana,
San Millán y Manrique, inspiradores de endechas,
coplas, madrigales y redobles de palmas.
Hubo de ser el moro “Moarves”, con su gesta,
quien blasones y herrajes de roble llevara,
de su palacio a la iglesia, en sus puertas…,
dando, de este modo, su historia por contada:
así, alimentado el bate de este agua milagrera
escribe versos: “manantial de amor” (sin editar),
“flujo de un tiempo inmemorial” (sin novelar)
y “la droga de los dioses”(en una caja prisionera …);
“otrosí”: ficciones de“Cuentos para ir a la escuela”
(dichos a peques, por su atención ganar).
Y, si “Moarves” fue rúbrica supuesta,
lo es, en internet, la de Noriama,
siendo Mariano San Millán el real,
licenciado en filosofía, maestro y escritor de avanzada,
quien firma estos versos de rima larga.
(25.12.10)